Historia: UN PASEO POR LA HISTORIA DE VALVERDE DE BURGUILLOS

El nombre de Valverde, según el cronista de la villa, Juan Antonio Gallardo, procedería de su ubicación, pues su significado es «Valle Verde», que es precisamente el lugar donde se encuentra ubicado el municipio. Situado en el suroeste de la Baja Extremadura -entre Zafra, Fregenal de la Sierra y Jerez de los Caballeros- está enclavado en un hermoso valle perteneciente al último tramo de Sierra Morena. El calificativo de «verde» se lo debe, sin duda, a la gran cantidad de manantiales que existen en la zona, algo que confiere al municipio una relación ciertamente especial con el agua.
Su apellido, «de Burguillos», ha ido variando a lo largo de la historia, dependiendo en gran parte de la arbitraria decisión del escribano de turno, siendo fácil encontrar en la documentación los apelativos «Valverde junto a Burguillos», «Valverde jurisdicción de la villa de Burguillos» o «Valverde de Burguillos», hasta que el 2 de julio de 1916 adquirió su nombre actual.
Los orígenes de Valverde se remontan a la Prehistoria. Las primeras referencias que atestiguan la presencia humana en el entorno de la actual localidad se remontan al Calcolítico, aproximadamente hacia el año 3000 a.C, pues se ha localizado un pequeño poblado cerca del actual núcleo urbano, en un lugar conocido como «El Perrero», donde abundan los materiales líticos de dicho periodo. Además, en un paraje muy cercano, denominado «El Viñazo», se localizaron igualmente un dolmen, algunos restos humanos y diversos materiales de piedra y sílex.
Es muy posible que Valverde fuese un lugar muy transitado también en época romana, considerando su ubicación dentro del triángulo conformado por Contributa Iulia Ugultunia (Medina de las Torres), Seria (Jerez de los Caballeros) y Nertóbriga (Fregenal de la Sierra). De hecho, existen importantes vestigios arqueológicos de dicho periodo dentro del término municipal que confirman la presencia romana en la zona, destacando las tumbas de incineración del siglo II d.C encontradas en el espacio que hoy ocupan la Casa de la Cultura y la Pista Polideportiva; las tumbas halladas en el atrio de la Ermita de Nuestra Señora del Valle -datadas en el siglo IV d.C-, junto a una pila bautismal por inmersión; o los restos del periodo tardorromano descubiertos en «El Perrero». Además, existen diferentes tramos de calzadas romanas, principalmente de carácter militar, en un grado de conservación ciertamente aceptable.
Durante la época visigoda y altomedieval es probable que Valverde continuase habitado, aunque la población fuese escasa. De hecho, existen testimonios vivos de la presencia musulmana en las múltiples huertas, norias y acequias que inundan el término municipal. Los árabes, grandes hortelanos y excelentes conocedores del agua y sus usos, debieron aprovechar la abundancia de manantiales del territorio.
Ahora bien, los primeros vestigios documentales que se han podido localizar sobre el asentamiento que en la actualidad ocupa Valverde de Burguillos datan del siglo XIII. Efectivamente, la conquista de esta zona por parte de la Orden del Temple en la primera mitad de dicha centuria -y la consiguiente expulsión de los musulmanes que la habitaban- tuvo como consecuencia la adscripción de Valverde al territorio del Temple, concretamente al bayliato de Jerez.
En la segunda mitad del siglo XIV, sin embargo, la situación jurisdiccional de Valverde cambió radicalmente. La desaparición de la Orden motivó el inicio de una andadura conjunta de Burguillos, Valverde y Atalaya, que se prolongó hasta la abolición de los señoríos por las Cortes de Cádiz en 1811. Es muy posible que dichas localidades quedasen unidas a partir de 1374, momento en el que el rey Enrique II de Castilla, poco después de derrocar a su hermano Pedro I y ocupar la corona castellana en 1369, entregó a don Alfonso Fernández de Vargas dicho señorío. El epitafio que reza en su tumba, «señor de Burguillos, Valverde y la Atalaya», que se encuentra en la iglesia de San Juan Bautista de Burguillos del Cerro, confirmaría esta teoría.
A partir de ese momento, la mayor parte de los testimonios escritos refieren la dependencia de Valverde y Atalaya a la cabecera burguillana, algo lógico teniendo en cuenta que en los señoríos la población que ostentaba la jurisdicción poseía la condición de villa y las demás quedaban relegadas a un segundo plano, siendo consideradas aldeas o lugares de la misma y siempre sujetas a ella.
El año de 1393 supondrá un punto de inflexión importante para el devenir de aquellas tierras y, por ende, de Valverde de Burguillos. Y es que tras haber sido confirmada la donación del señorío a Gonzalo Pérez de Vargas, hijo de Alfonso Fernández de Vargas, el rey Enrique III realizó una nueva donación del mismo en favor de Diego López de Zúñiga, tras haber llegado ambos a un acuerdo de transacción y composición tasado en 30.000 maravedís. Desde entonces, y durante más de cuatro siglos, la familia Zúñiga ostentó la titularidad del señorío de Burguillos. Tras la caída del Antiguo Régimen, y después de la derogación de los señoríos, Valverde comenzó su andadura como localidad independiente, instituyéndose como municipio constitucional en la región de Extremadura, manteniendo dicho estatus al presente. Además, desde 1834 quedó integrado en el Partido Judicial de Fregenal de la Sierra. En la actualidad, tras haber pertenecido durante muchos años a la comarca de Fregenal, desde 1993 forma parte de la Mancomunidad Río Bodión, anteriormente conocida como comarca Zafra-Río Bodión.