Historia: La Torre de los Moros de Medina de las Torres

Conocido popularmente como Torre de los Moros (o Castillo de la Encomienda), el Castillo de Medina de las Torres es una edificación defensiva que se ubica en un pequeño cerro de escasa altitud, junto al «arroyo del Prado» y próximo a la carretera que une las localidades de Medina de las Torres y Valencia del Ventoso.
Aunque por su nombre -Torre de los Moros- pueda pensarse que se trata de una fortaleza de origen árabe, las diversas excavaciones arqueológicas realizadas en el castillo confirman que se trata de un edificio posterior a la ocupación musulmana. En realidad, el origen del mismo se remonta a la Baja Edad Media (finales del siglo XIV – comienzos del siglo XV), y su construcción corrió a cargo de la Orden de Santiago, muy arraigada al territorio e interesada en consolidar el dominio de las vastas posesiones que controlaba en la zona. Por ello, desde un primer momento la fortaleza se constituyó como sede de la encomienda de la Orden en Medina de las Torres.
Las investigaciones de campo efectuadas plantean la existencia de un conjunto de estructuras pertenecientes a tres períodos históricos agrupados en diferentes fases de ocupación del espacio, siendo posible establecer con claridad una secuencia cronológica que se prolonga desde finales del siglo XIV hasta nuestros días.
La escasa altitud de la fortificación respecto al llano circundante resulta cuanto menos llamativa, pues representa la antítesis del modelo de fortalezas construidas durante la Reconquista, con una clara ausencia de defensas orográficas y la carencia del trazado alargado típico de la época. La necesaria adaptación de la construcción a las especiales características del terreno, en la cresta de una pequeña loma, obligó a que ésta tuviera forma elíptica.
A nivel arquitectónico, el castillo poseía un antemuro exterior de mampostería, del que apenas se conservan unos pocos restos, probablemente provisto de un foso defensivo y de una serie de «torres de flanqueo» para su protección. La entrada a este recinto exterior estaba ubicada en el margen suroriental y contaba con dos torres de planta cuadrada, una en cada flanco. En su interior disponía de mazmorra, cocina, bodega y dos caballerizas.
Por su parte, la entrada al recinto principal se encontraba en el margen oriental, la cual estaba protegida por dos torres; una circular, la torre del homenaje, con una cámara en su extremo superior, y otra semicircular. Dicho recinto, de planta cuadrangular y escasas dimensiones, alrededor de 250 metros cuadrados, poseía dos plantas. En su interior albergaba varias dependencias destinadas a vivienda y almacenes, además de una capilla, caballerizas y un aljibe. El castillo está enteramente fabricado con mampuesto y sillares. Sin embargo, los sillares primitivos, que solo estaban montados en las esquinas, fueron repuestos posteriormente por otros nuevos debido a la desaparición de la mayoría de ellos, posiblemente expoliados como en otros tantos casos para ser reutilizados como materiales de construcción. Por su parte, el dintel de la cámara superior de la torre es de ladrillo.
El estado ruinoso de la fortificación favoreció la restauración y consolidación de los muros interiores del edificio y de las dos torres en la década de 1990. Igualmente, en 2001, gracias al Proyecto Alba Plata, se acometió la reforma de una parte del antemuro del cierre perimetral del castillo. En la actualidad, el edificio se encuentra en estado de ruina consolidada y protegido bajo el amparo de la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre protección de los castillos españoles y de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español.