AGENDA ZAFRA

¡Ya vienen…ya han llegado…! así gritábamos todos los amigos en mi pueblo días antes de empezar la feria…ya han pasado ¡bufff!. Muchos años de aquellos gritos. Me acuerdo que ese día lo esperábamos con alegría y con ansiedad a la misma vez nos juntábamos los niños en el centro del pueblo a esperar como venían esos camiones que a nosotros nos parecían monstruos llenos de colores por todos lados, llenos de cacharritos y atracciones para luego poder disfrutar de ellas. Ese día no jugábamos ni al futbol, ni a los bolindres, ni al pinche, ni al «tienda ahí», ni al amplio número de juegos de calle que entonces se practicaban. Era un día de ilusión… viendo a esos trabajadores montar cada una de las atracciones. Todos los años en el mismo sitio, en las mismas calles. Nos quedábamos hasta la hora de comer sentados en los umbrales de las casas viendo y disfrutando de los cacharritos de la feria…y luego después de la siesta volvíamos otra vez, porque llegaban los camiones del CIRCO, llenos de todas clases de animales que jamás habíamos visto. Esa semana era preciosa en el pueblo.

Iba a casa de mis abuelos, de mis tías para que me dieran el aguinaldo de la feria, unos duros por un lado, cincuenta pesetas por otro, y así iba juntando para poder disfrutar por la noche en la fiesta. Todo el pueblo se reunía en el centro, bares, casetas, puestos de juguetes, de churros, la orquesta, la famosa tómbola y el último día siempre mis padres me daban un poco más de dinero para poder comprar mi querida pistola de mixto. Lo recuerdo con mucha ilusión. Ahora sin embargo ha cambiado todo, exceptuando los pueblos pequeños que siguen manteniendo la feria en el centro. Ahora se trasladan todas al polígono, a explanadas grandes fuera del pueblo… Ahora falta la ESENCIA…