Desde la Cocina: Sentarse al fresco

¿Os acordais?…
Me entristece decirlo otra vez… ¿os acordáis? dos palabras que no me gusta decir o escribir, ya que tienen un ápice de tristeza o nostalgia y al final pérdida de tradiciones, ahora vivimos en un mundo globalizado, lleno de redes sociales, móviles, donde la TERTULIA, para nuestros futuros jóvenes parece una palabra nueva sacada en estos tiempos por la real academia de la lengua española. Yo me imagino que ustedes también vivieron esas noches de verano cuando el sol calentaba por las noches en las calles de los pueblos y nos sentábamos al fresco, con nuestros abuelos, amigos, con nuestros vecinos… me acuerdo cuando mi padre o mi abuelo llegaba por la tarde a la puesta de sol rendido del trabajo por nuestros campos extremeños y una vez que se aseaban salían a la puerta con sus cántaros de agua fresca a liarse sus cigarrillo y fumárselos relajadamente mientras nos contaban como había ido el día…a medida que iba pasando la noche unos sacaban la bota de vino, otros unos picadillos de tomates de huerto y nos juntábamos todos los vecinos en el silencia de la noche veraniega a conversar, a contarnos todos los chascarrillos del día, los niños jugaban mientras que los padres se relajaban sentados en las butacas o sillas de esparto, aquello era maravilloso, empezábamos en el umbral de mi casa y luego a medida que iba pasando la noche cambiábamos al de otro vecino o nos juntábamos todos en la misma puerta.

Actualmente ya esta maravillosa tradición se ve cada vez menos, algunos pueblos pequeños la siguen manteniendo y lo que no me gustaría es que esta tradición terminara en un MUSEO ETNOGRÁFICO, …sigamos con la tertulia amigos extremeños, donde en esos ratitos nocturnos el reloj no existía… el tiempo volaba… nos comunicábamos… hablamos, sociabilizábamos… Carpe Diem amigos.
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